En la entrada anterior comenté sobre el obligado respaldo previo de mis archivos, y sobre el detalle de configuración que tuve que atender para evitar fallas con mi disco duro externo. Ahora toca el turno a la instalación básica de Ubuntu 22.04.
Instalación desde un Live DVD.
Descargué el archivo de Ubuntu 22.04 desde el sitio oficial y lo quemé a un DVD usando el infalible Brasero. Luego, reinicié mi equipo desde el boot menu (al que se accede con repetidos apretones a la tecla F12) y seleccionando la opción de mi unidad de disco óptico en modo UEFI. Y ¡zaz! el sistema se queda colgado en el boot, mandando a fin de cuentas el mensaje
Failed to start Ubuntu Live CD installer
Oh decepción. Pero no me espantó, porque seguro tenía solución. La encontré en el post #1930880 del launchpad de Ubuntu. En resumen, el booter casper hace por default una prueba del medio físico (DVD) concurrentemente con el arranque de los servicios del Live Boot, pero como siempre se demora esa prueba, el arranque de los servicios siempre llega al timeout y fallan, uno tras otro, lo que impide arrancar del todo. Seguro que eso se resolverá en algún momento, pero por ahora hay un atajo para arrancar e instalar sin problema, que consiste en modificar las opciones de arranque del Live DVD.
Reiniciando el equipo, luego del mensaje
"Booting in (in)secure mode"
hay que entrar al menú de GRUB dando clicks en ESC. Ya en el menú, hay que seleccionar la opción "e" para editar la linea de arranque, y justo modificar la linea que contiene
"... quiet splash ---"
para que diga
"... quiet splash fsck.mode=skip ---"
Con esto, al continuar el boot (presionando F10), la prueba de medios no se ejecutará, permitiendo que la instalación continúe sin conflictos. Siguiendo los menús y eligiendo las opciones deseadas, la instalación termina sin contratiempos y ¡tenemos Ubuntu 22.04 en el sistema!
La modificación a la línea de GRUB no se necesita permanentemente en este caso, así que esta tarea fue de una única vez.
Vuelven las fallas intermitentes.
Comencé a usar mi sistema, a instalarle cosas y así, pero el equipo se congelaba de tanto en tanto, y mi única opción era apretar el botón de encendido y ciclar la energía. Entonces recordé que hay un añejo problema con la gestión de energía de las tarjetas de video Radeon y que hay que cambiar las opciones de arranque, deshabilitando el power management de Radeon. No me deja contento esta solución, pero en tanto le estudio un poco más al asunto, la salida práctica es la siguiente.
- Editar /etc/default/grub, agregando radeon.runpm=0 a la variable GRUB_CMDLINE_LINUX_DEFAULT
- Actualizar GRUB con sudo update-grub
- Reiniciando
Hecho esto, la computadora lleva días sin fallar y estoy seguro que no fallará, o no por estas razones al menos.
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